sábado, 30 de diciembre de 2017
Historia y astronomía de la "Estrella de Belén", elPeriódico
Por siglos los astrónomos han especulado sobre lo que pudo ser la “Estrella de Belén” a la que se refiere la historia de la Navidad. Cada año, en estas fechas, por ejemplo, se especula sobre la posible conjunción de Júpiter y Saturno en el cielo de aquella famosa noche o algún otro prodigio similar.
El Evangelio de Mateo se escribió alrededor del año 80 d.C., y es el único que registra el relato de la estrella y los magos. Coincidentemente, la visita de grupos de magos (astrólogos) y el avistamiento de eventos astronómicos estaban frescos en la mente del público de la época. En el año 66 d.C., una delegación de sabios acompañó al rey Tiridates de Armenia en una visita a la Roma de Nerón durante la aparición del Cometa Halley, al que el historiador Flavio Josefo se refirió como una “estrella con forma de espada”. Tal vez Mateo observó este fenómeno astronómico y estimó que tuvo relación con la destrucción de Jerusalén (año 70 d.C.), y eso lo animó a incluir una señal similar en el relato del nacimiento de Cristo, anunciando un tiempo de cambio al orden establecido. O quizás su relato procuraba apuntar la importancia de Jesús comparándolo con la visita de los magos a Nerón, hombres sabios y poderosos de la época que se postraron ante ambos. O también podríamos especular que Mateo incluyó al cometa en su relato porque la tradición se refería a un evento que el evangelista consideró podía tratarse de tal lucero (Números 24:17). Nadie puede asegurar cual de estas posibilidades podría ser la correcta, si es que alguna lo es.
Lo cierto es que el cometa del año 66 d.C. fue el afamado Cometa Halley y no debería sorprendernos que también sea la famosa “Estrella de Belén” a la que se refiere el relato de la Navidad.
José Samuel Mérida
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